

Estrategias de Match Play que verás y podrás aprender en la Ryder Cup
Los enfrentamientos bienales de la Ryder Cup, en los que 12 de los mejores golfistas profesionales de EE.UU. se enfrentan a una docena de destacados jugadores europeos, se disputarán en el legendario campo Black del Bethpage State Park, en Long Island, Nueva York. Las fechas son del 25 al 28 de septiembre. Los europeos, que conquistaron el codiciado trofeo en Roma hace dos años, son los campeones defensores.
La Ryder Cup es la competencia por equipos más emocionante del golf, despertando intensos espíritus competitivos en ambos bandos. El extenso complejo público de golf de 90 hoyos en Bethpage, construido en los años 30, se encuentra a una hora en coche del centro de Manhattan. Para quienes no lo sepan, Nueva York es famosa por sus apasionados fanáticos del deporte. El apoyo local al equipo estadounidense en este épico evento de match play será muy entusiasta.
Aunque la mayoría de los torneos de golf profesional son de juego por golpes (stroke play), el match play es una modalidad en la que un jugador (o equipo) compite directamente contra un oponente en un enfrentamiento uno a uno. El objetivo es ganar hoyos individuales en lugar de registrar el puntaje más bajo en la ronda. Un hoyo se gana cuando un jugador o equipo necesita menos golpes que su rival. Un hoyo puede ganarse, perderse o empatarse (dividirse). El marcador cambia de uno en uno en cualquier dirección—o permanece igual—hoyo por hoyo. El partido termina cuando ya no quedan hoyos suficientes para que el jugador o equipo que va perdiendo pueda alcanzar al contrario.
Con raíces que se remontan siglos atrás, a los orígenes del juego, el match play representa el golf en su forma más pura y esencial. Desde las primeras batallas libradas entre pastores a lo largo de las dunas costeras de Escocia, el match play siempre ha sido la modalidad preferida por los aficionados al deporte.
Match Play vs. Stroke Play
En el match play, cada hoyo es un concurso independiente. Un mal hoyo solo representa un hoyo perdido, no un desastre en la tarjeta como en el stroke play. En ese sentido, el match play nivela el campo de juego. La táctica y la estrategia lo son todo. Los cambios repentinos de suerte son comunes. También lo son los altibajos emocionales.
El match play es un acto de equilibrio. Los jugadores deben calcular cuán agresivos ser para ganar un hoyo, según la situación. ¿Cómo vas en el partido? ¿Cómo estás parado en el hoyo? ¿Cómo está tu oponente? El match play recompensa la táctica sensata y la claridad mental. En última instancia, el éxito radica en equilibrar la agresividad con la cautela, adaptarse a los movimientos del oponente y mantener la fortaleza mental durante toda la ronda.
Cuando veas la Ryder Cup el próximo mes, notarás que los mejores jugadores se enfocan en lo que pueden controlar: su propio juego. Para ganar, los profesionales se concentran en el campo y en el desafío que este representa. Cabe destacar que Bethpage Black, un extenso recorrido tipo parkland que fue sede de dos US Open (2002 y 2009) y de un PGA Championship (2019), representa un reto formidable.
Como bien saben los profesionales, en el match play la clave está en mantener la bola en juego y minimizar los errores. Los mejores golfistas en esta modalidad saben controlar sus emociones y mantener la calma. La idea es mantenerse “en el presente” y no adelantarse mentalmente. Algo para tener en cuenta cuando estés en una ronda decisiva en TPC Danzante Bay.


Siete estrategias de Match Play para aumentar tus posibilidades de éxito
1. Comienza con fuerza.
En el stroke play es común “encontrar el ritmo” en los primeros hoyos. En el match play no es así. Es fundamental salir con todo. Intenta presionar al oponente desde el principio ganando uno o dos hoyos. De lo contrario, estarás jugando a remontar.
2. Juega tu propio juego.
Conoce tus fortalezas y debilidades. Mantente fiel a lo que sabes hacer bien. Por ejemplo, si eres un golfista corto pero preciso y con buen juego corto, no importa que tu oponente te supere por 50 yardas desde el tee. Concéntrate en los golpes que dominas. En el golf, lo importante no es cuán lejos, sino cuántos golpes haces.
3. Lenguaje corporal.
Haz que tu oponente crea que estás seguro y en control, aunque por dentro estés nervioso. Hombros hacia atrás, cabeza en alto y camina con energía. Un lenguaje corporal confiado puede desestabilizar al rival, especialmente si está teniendo dificultades. Pase lo que pase, mantén la compostura.
4. Concéntrate en embocar putts.
En la Ryder Cup, el equipo que gana es el que emboca más putts. No seas tímido ni te quedes corto. Lleva la bola hasta el hoyo para darle la oportunidad de entrar. Con el cambio reciente en las reglas que permite dejar la bandera puesta, puedes permitirte ser más agresivo.
5. Sé decidido.
Según el gran maestro del match play, Seve Ballesteros—competidor feroz y con un historial brillante en ocho Ryder Cups—“Los malos golpes no siempre se deben a un mal swing. También provienen de la indecisión o la duda”. Si estás entre palos, elige la primera opción. ¿Dudas del quiebre en un putt? Elige una línea y comprométete. Si vas a intentar una recuperación heroica al estilo Seve, no lo hagas hasta estar completamente convencido de que puedes lograrlo.
6. Espera lo inesperado.
En el match play todo puede pasar—y normalmente pasa. Controla tus emociones. Prepárate siempre para que tu oponente emboca un tiro desde el búnker o un putt largo. Así, no te sentirás desanimado ni afectado por un “milagro” del rival.
7. Nunca te rindas.
Esto es golf. Ten paciencia. Sigue tu rutina. El puntaje total no importa. Si tienes un mal hoyo, déjalo atrás: solo perdiste un hoyo. Mantente consciente en todo momento de cómo va el partido. Y lo más importante: en match play no importa si haces seis golpes si tu oponente hace siete.