

Mejora tu putting: La rutina de 15 minutos que funciona
“El hombre que sabe hacer putting puede competir con cualquiera.”
Esta conocida frase se atribuye a Willie Park Jr., un muy respetado campeón de golf escocés y arquitecto de campos (1864 – 1925). Se aplica tanto a mujeres como a hombres.
La observación de Park destaca la importancia vital del putting en el juego de golf, sugiriendo que un putter hábil puede superar a sus oponentes, independientemente de sus otras fortalezas. Campeones mundiales como Jack Nicklaus, Tiger Woods (y ahora Scottie Scheffler) combinan golpes hábiles y un manejo superior del campo con putting decisivo para lograr el éxito.
Aunque hay mucho enfoque en el swing completo estos días, el hecho permanece: de los 14 palos en la bolsa, el putter se usa aproximadamente el 41% del tiempo (incluyendo desde el borde del green) durante una ronda de golf.
Como dice Nick Price, ganador de tres majors: “El putting es probablemente lo más importante del juego. Es ese argumento clásico que siempre escuchas, pero es verdad. Puedes pegar la pelota genial, pero si no puedes embocar nada, es muy desalentador. El aspecto psicológico es enorme.”
Aquí está la leyenda del golf Arnold Palmer sobre el tema: “El putting es como la sabiduría: en parte un don natural y en parte la acumulación de experiencia.”
Deja de perder tiempo en el green de práctica
La buena noticia es que no necesitas entrenar durante horas para acumular esa experiencia y mejorar tu putting. Lo que necesitas hacer, según un tutorial reciente de Golf Digest, es practicar de forma más inteligente.
El Dr. Sasho MacKenzie, un biomecánico deportivo, asegura que la mejora duradera es posible con menos de una hora de práctica cada semana, siempre y cuando se practique de la manera correcta.
“Si puedes hacer dos sesiones de 15 minutos por semana, sumando media hora, eso marcará una gran diferencia”, afirma MacKenzie, uno de los expertos del juego.
Mientras que la mayoría practica el putt simplemente golpeando pelotas sin objetivo claro, MacKenzie recomienda concentrarse en los putts que, según las estadísticas, más influyen en los resultados.
“Según la investigación de (el estadístico) Mark Broadie sobre el método de ‘strokes gained’, sabemos qué putts marcan la diferencia entre un buen y un mal jugador de putt,” explica. “No son los putts de 30 pies ni los de tres pies. Los putts entre cuatro y siete pies son los que más cuentan.”
Para aprovechar al máximo tus 15 minutos de práctica, MacKenzie propone una sesión enfocada donde golpeas putts cortos de diferentes curvas y velocidades.
La rutina de calentamiento 6-5-4-3 de MacKenzie:
- Seis putts entre cuatro y siete pies
- Cinco putts entre ocho y 11 pies
- Cuatro putts entre 11 y 17 pies
- Tres putts entre 17 y 30 pies
Embocar putts cortos reduce tu score
La razón por la que estos putts más cortos son tan importantes tiene que ver con lo que el experto en estrategia Scott Fawcett llama la “idea del putt de 3, 8 y 32 pies”. Desde 3 pies, los jugadores del PGA Tour promedian poco más de un golpe para embocar. Pero desde 8 pies, el promedio sube a aproximadamente 1.5 golpes, lo que significa que embocan solo el 50 %.
Esto quiere decir que pasar de 3 a 8 pies equivale a perder medio golpe. Sin embargo, la pérdida del siguiente medio golpe no ocurre hasta que te alejas hasta 32 pies del hoyo. En otras palabras: “Pierdes tu primer medio golpe de valor en solo cinco pies—de tres a ocho. El siguiente medio golpe lo pierdes hasta llegar a 32 pies,” afirma Fawcett.
Traducción: Los putts cortos son cruciales para mejorar tu score. Intentar embocar putts más largos, como los de 25 o 30 pies, es menos relevante. Por eso MacKenzie insiste en que la mayor parte de tu práctica debe enfocarse en putts cortos. Si te queda tiempo extra, puedes trabajar el control de distancia en putts largos, pero los cortos deben ser la prioridad. Son los que realmente bajan tu score.
Una parte fundamental de este enfoque es practicar putts cuesta arriba, cuesta abajo y con quiebres a la derecha o izquierda. Incluso los putts de la misma distancia deben hacerse desde distintos ángulos para evitar que te acostumbres a una sola línea.
“No es aleatorio, aunque parezca,” dice MacKenzie. “Estamos apuntando sistemáticamente a los putts que más importan. Es practicar de forma más inteligente, no simplemente más tiempo.”